La salida, como mola el coche-crono |
Este domingo se ha confirmado el porqué de mi predilección por la media maratón como distancia favorita, no es tan agónica como un 10 mil pero tampoco tienes que estar 4 meses preparándote como un maratón.
Y ya si la media es en Viana mejor que mejor. Qué cosa bonita de sitio y que amable la gente.
Viana do Castelo es un pueblo costero bastante grande en el norte de Portugal, más o menos a una hora de mi casa y aunque está tan cerca nunca había tenido la oportunidad de haberlo conocido antes y os puedo decir que merece la pena una visita y si queréis de paso correr un poquito venid el último domingo de enero que se celebra la Media Maratón Manuela Machado.
La Manuela Machado en sus años mozos ganando mundiales. |
Al tener una hora menos Portugal no hizo falta madrugar mucho, (hombre para un domingo le llego bien levantarse a las 8) pero a las 9 de la mañana ya estábamos en camino, llegamos con tiempo y aparcamos a unos 200 metros de la salida, recogimos el dorsal-chip rápidamente sin colas y nos fuimos a tomar un café a ver si entonábamos un poco el cuerpo que parecíamos los de "Walking Dead". Una vez ya resucitados del frío acabamos de calentar trotando al sol antes de la salida. El ambientazo que se respiraba con tanta gente y muchos de ellos conocidos ya hizo que me metiera en el papel de corredor de una media. Así que nada a ver cuando disparaba el señor y empezábamos a correr.
Tenía muy claro que mi estrategia era de una maldita vez empezar despacio e ir de menos a más sin presión por el crono. Y así fue por fin lo conseguí, primeros kilómetros en las últimas posiciones a un ritmo muy cómodo y ya a partir del km 3-4 ya con las piernas ya sabiendo a lo que estaban empezar a remontar posiciones (no muchas que no hay que abusar) conforme iba aumentando mi ritmo. Saltaba de un grupo a otro, seguía a este o aquel, la verdad es que me estaba encontrando bien y disfrutando un montón. El perfil era de los que me gustan, con subidas y bajadas no exageradamente duras.
A la altura de del kilómetro 11 alcancé a Isabel, una atleta del Penta que sería ya casi hasta el final mi compañera de fatigas. Seguimos a buen ritmo y adelantando gente (aunque algún personaje nos adelantó como por ejemplo el Khene, no sé cómo nos arreglamos pero en cada carrera que coincidimos vamos haciendo la goma, ahora te adelanto yo, ahora me adelantas tu y al final siempre llega antes que yo a la meta). A falta de 4 kilómetros coincidiendo con la parte más dura de la prueba el entrenador de Isabel le dijo que poco más adelante había dos chicas que estaban en su categoría y que si apretaba un poco las alcanzaría, yo como pude intente seguirla y las alcanzamos pero yo ya llegué un poco maduro de más por no decir pocho y la anime para que se fuera que yo ya me quedaba mismamente con sus rivales para vigilar, (ostias lo que pasa es que estaba muerto).
Y así intentando no bajar el ritmo (cosa que conseguí) llegué a la meta con un tiempo neto de 01:52:05 a tan solo 7 segundos de mi mejor marca, mucho mejor de lo que esperaba porque apenas había hecho tiradas largas desde el maratón de Lisboa y me temía un bajón en los 5 últimos kilómetros.
En resumen una carrera muy pero que muy recomendable con una organización rozando la perfección y una bolsa de corredor mejor de lo que merecía este pobre mortal, hasta botella de vino tenía, por no hablar de las dos camisetas, etc....
El año que viene si no pasa nada volveré.
5 comentarios:
Grimo felicidades casi mmp no está nada mal, además controlando el ritmo que es lo que mas cuesta aprender.
La distancia es la ideal, ni tan agónica como un 10.000 ni tan destrozona como la Maratón.
Un fuerte abrazo
Grande, así me gusta sin pensar en el crono, sensaciones buenas y dos "tellas" de vino, que mas se puede pedir? ANIMOOOO
Un placer hacer «la goma» contigo XD A ver si nos vemos en Padrón, el 5 de marzo ;-D
Buena carrera, disfrutando como tiene que ser.
Joder, al final voy a conoceros yo también de tanto leer este interesante blog. Cada vez me gusta más este mundo aunque solo sea de boquita jejej. un día te acompañaré unos poquitos kilómetros y me sentiré el hombre más afortunado del mundo. Sigue así hermano. Un abrazo, y otro pa Maite, digo Tere, esa jovenzuela a la que has engañado.
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