Hasta hoy 0km en estas piernitas.
Pero después de haberme comprado este par de fieras ayer, no podía dejarlas esta mañana soleada de domingo en su cajita.
Así que aprovechando que mi colega Miguel tenía que hacer unas mediciones en el recorrido de la primera prueba del Galicia Maxica Trail Adventure me fui con él y así de paso me conocía el circuito. Por supuesto no solo se estrenaban las zapas en la montaña, también era mi primera vez y creo que para ser novato no ha ido tan mal. Sobre todo contando que llevaba sin correr 3 semanas.
El recorrido es precioso, salimos de Moaña y nos adentramos en un bosque bastante tupido remontando el río Fraga, ya desde el principio nos dimos cuenta que nos íbamos a mojar los pies, después de esta semana de llover como si no hubiera un mañana, había agua por todos lados, en forma de charco, cascada, río, camino-río. Primera prueba de las zapas que mojar se mojaron (coño mágicas no son) pero achican agua después rápidamente y te da sensación de que vuelves a estar seco, un 10 en achicamiento.
Estos primeros kilómetros no tienen mucho desnivel en general pero obviamente pican hacia arriba, y poco a poco lo vas notando. Lo que es un placer es el escenario, precioso y con rincones propios de cuento. Parecía que en cualquier momento podría aparecer un elfo, enano, orco, meiga, hada o cualquier bichería.
Después dejamos el río a nuestra izquierda y fuimos por unas pistas hacía los repetidores del monte Faro de Domaio que es el punto más alto del recorrido y con unas vistas a las dos rías (la de Vigo y la de la Pontevedra) que quitan el hipo. Para llegar allí hay un par de cuestas y una subida un poco más técnica ya cerca del final de unos 300 metros con gran desnivel.
Tocaba bajar que mola mucho sobre todo si no te rompes la crisma, primer kilómetro que exige concentración por el desnivel y las rocas traicioneras. Un tramo siguiente precioso de un camino estrecho con piedra redondeada y con agua en forma de río que bajaba con nosotros pero con un poco más de prisa. Otra prueba para las zapas, muy buen agarre y gran seguridad. Fue sobre un par o 3 de kilómetros con los pies en el agua hasta los tobillos, parecíamos niños jugando con el agua, por supuesto nos lo pasamos como tales.
En alguna zona me hundí en el barro hasta casi las rodillas. Con lo guapas que lucían las zapas cuando me levanté.
Solo faltaba la parte más fácil, igual de encharcada pero más fácil. Para acabar en el mismo punto en el que partimos.
Una muy buena mañana en buena compañía, lo del monte definitivamente me tira (como buena cabra) y creo que este año le voy a empezar a dedicar bastante tiempo.
Hombre comprar las zapas ya es un paso. Si alguien se anima ya sabe donde estoy.
Un abrazo.
5 comentarios:
Feliz año, felices reyes y feliz encuentro con el bosque... :) Lo peor de todo es ver las zapas al terminar, pero bueno, hay que estrenarlas.
Me alegro de leerte de nuevo presi.
Buen estreno de zapas y de correr por el monte. Seguro que te lo has pasado en grande, a repetir que engancha.
Que gran bautizo para esas extraordinarias zapatillas. Lo que le queda por gastar por esos preciosos parajes....Slds
que buena pinta tiene esta nueva aventura!
Una ruta preciosa para hacer el estreno de esos buenos neumáticos.
La montaña engancha.
Un fuerte abrazo
Publicar un comentario