Tras un intenso fin de semana, aquí estoy, con algunas cosas que contar y otras que irán surgiendo sobre la marcha.
Para empezar el Sábado me fui a Lugo a reencontrarme con los amigos de la Universidad, obviamente no hicimos una mesa redonda o un debate para celebrarlo, no, simplemente nos tomamos unas copas en el bar donde casi viviamos en la época de la facultad.....El Diablo. Con ese nombre ya os podeis imaginar que allí no se va a leer el periódico con un cafecito humeante al lado. Tras una cena todos juntos de calentamiento, hicimos unos estiramientos sobre todo de codo y muñeca y nos dirigimos a la zona de salida, unas cervecitas a ritmo tranquilo para no precipitarnos y después unas copichuelas a velocidad de crucero. Yo iba regulando, parecía que iba bien y que acabaría con dignidad aquella noche, pero llegaron los temidos chupitos, para más inri a la altura más o menos del temido muro del casi final de la noche, total que la dignidad al carajo.
Y claro las imprudencias se pagan y con el cambio de hora más, dia siguiente de resaca, sueño, viaje de vuelta a casa interminable y mono de sofá que no veas, obviamente no hice mi tirada larga en ese Domingo de Pasión.
Pero tenía un as en la manga y es que hoy era fiesta aquí y no tenía que ir a trabajar, total levantada de cuerpo sin prisa, comprita de pan y periodico, y carrerita de 5 km a modo de expulsión de todo resto etílico, la verdad es que las piernas respondieron como campeonas pero los pulmones y el corazón aún se estaban desescombrando, pero aún así no me quejo.
Un saludo.